Psicología y religión (RE-7)

Tendencias en psicología

Sigmund Freud publicó sus escritos en la primera mitad del siglo XX. Una tendencia relevante en psicología es el psicoanálisis. Este tiende a explicar toda conducta o experiencia humana y atribuirla a las fuerzas sexuales escondidas en el inconsciente. Otra tendencia, el conductismo, descarta cualquier experiencia como irrelevante si no puede observarse y medirse. Ambas corrientes pusieron a ciertos sectores fundamentalistas de la Iglesia en contra de la psicología. Incluso se llego a decir que era la obra del demonio, producto de una cultura materialista, y diseñada para desacreditar su fe.

Momentos de cambios no solo en psicología

Los años sesenta del siglo pasado fueron momentos de cambios importantes en todos los ámbitos sociales y, tanto la psicología como la espiritualidad, experimentaron este proceso. Los psicólogos existenciales y humanistas se alinearon con teóricos como Jung y Rogers, que proponían una visión más respetuosa con los aspectos creativos y espirituales humanos. A esta tendencia se la denomino la «tercera fuerza», que enfatiza el momento presente y considera la evolución futura, en lugar de considerar que las personas están sujetas al pasado. Más adelante surgió la «cuarta fuerza» — la psicología transpersonal—, que procura explorar el Ser más allá del yo personal. En consecuencia, los psicólogos humanistas y transpersonales se han interesado cada vez más en la espiritualidad como la fuerza motriz de sus investigaciones. Sin embargo, se han centrado más en la espiritualidad de Oriente, utilizando técnicas y maestros hindúes o budistas en contraposición a la herencia judeocristiana de Occidente.

Apertura en la Iglesia Católica

El Concilio Vaticano II, que se celebró desde 1963 hasta el 1965, supuso una apertura notable en la Iglesia Católica. Las puertas del cambio se abrieron y se hicieron más accesibles a la sociedad. La psicología, que a su vez con la tercera y cuarta fuerza se había orientado hacia la espiritualidad, era ahora más cercana para la Iglesia. Ambos ámbitos se aproximaron. No obstante, se mantiene el hecho de que son diferentes, puesto que sus bases descansan sobre premisas mutuamente excluyentes. Sin embargo, en la diferencia radica el valor de la utilidad de la psicología para la espiritualidad. La primera no puede enseñarnos nada sobre la espiritualidad, pero sí puede enseñarnos mucho sobre el ego y de la interferencia de este en la relación con Dios.

Freud se esforzó por creer que el mundo material es la única realidad, pero describió los mecanismos del ego a la perfección. Sin embargo, cuando se le otorga un propósito distinto, a la descripción sistemática de la dinámica del ego, puede servir como instrumento para liberarnos de la culpa y el miedo.

Un curso de milagros fue dictado a psicólogos, tanto Helen Schucman como  William Thetford lo eran, y su edición fue encomendada a Kenneth Wapnick, también psicólogo.

Félix Lascas

Este artículo está basado en las enseñanzas de Kenneth Wapnick

Diferencia fundamental entre Un curso de milagros y el cristianismo (RE 6)

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