Elijo Visión. Creación.
Me imagino que mi ojos están del revés, que están mirando hacia mí mismo, hacia el yo que los usa. No tengo elección posible. Mi campo de visión se reduce a eso, a mi. No hay más que mirar.
Y mis ojos miran hacia mí y mi mente le suministra imágenes que en verdad mis ojos no ven; pero como si sí las estuviera viendo. Ojos y mente entran en una lucha de esas de … a ver quien puede más. Y mis ojos se cierran y se abren, a voluntad mía al principio, y a su libre albedrío después, que en realidad quiere decir lo mismo. Se mueven sin lógica alguna.
Por un instante me observo. Trato de aquietar-me . Las imágenes suministradas desde el exterior van des-acelerándose y las que mi ojo ve. Fijándose.
No puedo hacer lo que quería hacer. Mirarme a mi mismo, hacia adentro. Un juego que pensé podía realizar en una experiencia individual. Me olvidé o más bien aparté de mi vista aquello que no quería ver, más.
No tuve en cuenta que todo surge de un único pensamiento que es solo mío, sin ser-lo en realidad. ¿Y si me paro un instante, no mucho, un solo instante a observarme, si, interiormente, a ver que encuentro?
Mis ojos vuelven a su lugar en el cuerpo. Su misión no la decide el mismo cuerpo. El Centro de Control está en otro Lugar. Las imágenes generadas forman parte de mi yo historia de vidas pasadas, aunque sean futuras. Todo ya pasó. Ahora tal vez es solo un recuerdo, para recordar quién o qué en verdad soy yo.
El Cielo infinito, sin espacio que ocupar, sin lugar donde mirar, sin pensamientos que mostrar, salvo un único Pensamiento posible, Cierto. Verdad. Sin cuestiones previas a la Vida Creada.
Bendiciones
Rafael Carvajal
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