La indefensión
Examinemos un ejemplo práctico del principio de causa y efecto. Imaginemos que usted se dirige a mi insultándome. Hay dos maneras en que puedo reaccionar: de acuerdo con el ego o de acuerdo con el Espíritu Santo. En el sistema del ego, sostengo la opinión de que me he creado a mí mismo en vez de ser creado por Dios. Es decir, tengo que identificarme por completo con el sistema de pensamiento esbozado en el capítulo anterior. Una de las características del ego es que su sistema de pensamiento es cohesivo y consistente. Cada principio procede por lógica del que le precede, y por lo tanto cada doctrina del ego depende del resto de las otras. Si se prueba que una es falsa, todo el sistema se desmorona. Cualquier estudiante de lógica sabe que un sistema de pensamiento puede ser totalmente lógico y aun así estar totalmente equivocado. Si partimos de una premisa falsa, entonces todo el sistema será falso, aun cuando por lógica puede mantenerse unido. Así sucede con el ego. Comienza con la premisa de que la separación de Dios ha ocurrido en realidad, y que el ego ha tenido éxito usurpando el lugar de Dios como Creador. De esta única creencia, surge todo un sistema de pensamiento que incluye la realidad del pecado, la culpa, el miedo, el ataque, el dolor y la muerte.
(continuara…) visita la web seguiremos publicando extractos de El Perdón y Jesús