Una construcción hipotética
De modo que sí, lo básico es que somos tomadores de decisiones pidiéndonos a nosotros mismos poder despertar. Y si lo pensaís bien,— eso no tiene ningún sentido—, pero el asunto al completo no tiene sentido pues estamos tratando de explicar cómo funciona la mente dividida cuando no existe tal mente separada.
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En psicológia le llamamos una construcción hipotética, y cuando la hacemos, la tomamos como si fuese real. Por eso una de las críticas a Freud hecha por psiquiatras más objetivos es que el súper ego es una construcción hipotética: no se puede ver. Un cerebro se puede ver. Una mente no se puede ver, un inconsciente no se puede ver. De manera que para todos nosotros la idea de una mente es una construcción hipotética: la inventamos, es útil, pero en realidad no significa nada porque somos cuerpos y el cerebro fue hecho para no entender la mente, porque la mente está fuera del tiempo y el espacio. Pero nuestros cerebros están programados para creer en el tiempo y el espacio. Nos pensamos a nosotros mismos como criaturas existentes en el tiempo y el espacio, y es casi inconcebible poder aceptar que hay una mente que precede al universo temporal. Entonces, al final sólo estamos orándo por nosotros. Es una parte de la mente rogándose a si misma que despierte, pero nos damos cuenta que es el tomador de decisiones.
El milagro restablece a la mente
Otra manera de entenderlo, u otro enfoque es una línea del Texto que dice: «El milagro restablece a la causa su función de causar», lo que traducido al lenguaje común, significa que el milagro restablece a la mente (que es la causa) su conciencia de que es la causa y el agente de todo: fabricó un mundo, un cuerpo, fabricó lo que pienso, lo que siento, lo que digo. Fabricó todo. De modo que el propósito de Un curso de milagros es restablecer a la mente la conciencia de que somos en verdad una mente que es la causa de todo. Así que se trata del tomador de decisiones que se da cuenta: Sí, la mente es la causa del mundo, de mi vida, de mi nacimiento, la causa de mi elección de mis padres, del color de mis ojos, de mi piel, mi género, mi estatura, mi peso, la familia, el país, el tiempo en que nací, mi herencia genética, etc., etc., todo está causado por la mente.
Todo cobra sentido intelectualmente si lo vemos en el tiempo, pero ciertamente no es nuestra experiencia habitual, no por ahora, no obstante el propósito del Texto y de las lecciones es que a medida que lo leamos y lo practicemos una y otra vez nos vamos acercando cada vez más a esa experiencia. No somos cuerpos.