Dr. Kenneth Wapnick
PIENSA
El título de este taller, como todos sabéis es «Y Dios piensa de otra manera», que es una frase del libro, que en un rato les diré dónde está. Cada vez que pienso en esto recuerdo una experiencia algo cómica que tuve con Helen mientras repasábamos la edición del curso.
(Ver orden de publicación del taller)
Cuando llegamos a esta frase del capítulo 23, ella tuvo un ataque de ira. Y Helen los tenía con frecuencia, podía realmente enojarse mucho, y dijo «Odio esa línea». Creo que la razón es obvia, cualquiera que lea este Curso debería odiar esa línea, porque lo que dice, analizando la demencia del sistema de pensamiento del ego, sistema con el cual estamos más que identificados, simplemente es: lo siento muchachos, pero lamento decirles que están equivocados, Dios piensa de otra manera.
En cierto modo, esto deshace por completo nuestro sistema de pensamiento y nuestra existencia y los arroja a un lado. Así que Helen lo reconocía y odiaba dicha línea, pero aun así, no la eliminamos. Siempre quise hacer un taller basado es esta frase y hoy finalmente lo estoy haciendo.
Ni tan siquiera reconoce nuestra existencia
Hay otra historia de Helen que está relacionada con esto, que constituye la experiencia de todos, seamos conscientes o no.
Una de las cosas que uno encuentra particularmente desconcertante acerca del Curso, especialmente después de haber pasado cierto tiempo con él es que la mayoría de los estudiantes atraviesan un período de «luna de miel» con el Curso en que piensan que es absolutamente maravilloso: todos somos benditos por ser Hijos de Dios, somos todos uno, nunca pasó nada y todo está bien, etc.
Hasta que en un momento dado nos impacta lo que dice realmente: la persona que crees ser y que se siente tan contenta, no existe. No solo que el mundo es una ilusión: tú eres una ilusión, incluyendo al estudiante de este Curso.
De hecho, la persona está convencida de que el Curso existe, pero si el mundo es una ilusión, este libro tiene que serlo también, y a medida que nos hacemos conscientes de esto nos damos cuenta de que Dios piensa de otra manera, y ni tan siquiera reconoce nuestra existencia.
Como sabéis, muy al principio del Texto, Jesús hace una distinción entre ser y existir. Ser es un estado de espíritu, o sea, nuestra verdadera realidad como Cristo. Existencia es todo lo demás, así que somos criaturas de la existencia.
Somos creaciones del Ser, un sinónimo de Dios, pero somos criaturas de la existencia, la cual es parte de la ilusión.
Continua con: Dios piensa de otra manera (El mundo es una ilusión)