Esta es la premisa básica: el cuerpo expresa lo que está contenido en la mente, y no viceversa. El cuerpo expresa la manera de pensar habitual de la persona.
La mecánica de la negatividad cortocircuita el sistema de acupuntura y el sistema nervioso autónomo. Esto, a su vez, altera y daña los sensibles procesos eléctricos y químicos que se están produciendo en las células, generando cambios patológicos en la anatomía y disfunciones que producen ataques coronarios y enfermedades o fallos cardíacos. Los fallos cardíacos son el resultado de años de actitudes mentales negativas. A la mente le gusta echarle la culpa al colesterol, al estrés, al estilo de vida, a la genética, a las tendencias familiares y así sucesivamente. Todo esto son meras explicaciones, excusas y racionalizaciones para intentar hacer inteligible eso que no está claramente definido.
Curación y recuperación, de próxima aparición David R. Hawkins