Jon hace entendibles las enseñanzas del Curso, llevando lo trascendente a un plano práctico en el que podemos recordar, dejando a un lado el significado dramático y catastrófico de “la vida”, y abriendo paso a la luz de la razón que hace del mundo una escuela preparatoria para la liberación. Esta fue la sensación que me transmitió este profesor, buscador y místico, respondiendo con amor y perdón a las múltiples preguntas que le dirigió la audiencia, siempre desde el conocimiento y nunca desde el antagonismo. Fue un acto íntimo al que asistieron cerca de cincuenta personas y en el que pudimos contar con la brillante traducción de Miguel Iribarren que acercó con fidelidad el discurso de Jon a los presentes. También destacamos una esplendida introducción de Jordi del Rey y un cierre final del acto.