¿Es el mundo una prisión o el aula donde se aprende?

En el video de Kenneth Wapnick titulado: «El mundo ¿Prisión o salón de clases?»

El doctor en psicología Kenneth Wapnick nos plantea la siguiente cuestión ¿Es el mundo una prisión o el aula donde se aprende?

No puedes hacer nada para cambiar el mundo

Según el filósofo griego del siglo I que vivió en Roma Epicteto de la escuela estoica fundada en el siglo III A. C. por Zenón. Epicteto básicamente afirmaba que no puedes hacer nada para cambiar el mundo, lo que si puedes hacer es cambiar la forma de reaccionar que se presenta, es decir, como respondes ante el mundo. Los estoicos sostenían que el mundo está constituido por átomos y que el universo está construido por los átomos en expansión. Y no hay nada que puedas hacer al respecto, es lo que es. Un ejemplo ilustrativo es, si te roban ya te han robado y es muy probable que no puedas recuperar lo que se te sustrajo, enfatiza en que no tenemos control sobre eso.

Nada importa tanto como para apasionarse o deprimirse

Siguiendo la línea filosófica de Epicteto nos insta a llevar una vida de virtud, lo que significa llevar una vida enfocada en el interior, una vida de moderación, pues aquí nada importa tanto como para apasionarse o deprimirse, e implícitamente reconoces que no hay nada en el mundo que tenga verdadero significado. Los estoicos sostenían que la virtud consistía en actuar siempre de acuerdo con la naturaleza, que, para el caso del ser humano, concebido como ser racional, se identifica con actuar siempre de acuerdo con la razón, evitando en todo momento dejarse llevar por los afectos o pasiones, esto es, todo lo irracional que hay en nosotros, que no puede controlarse y por tanto debe evitarse. Los estoicos consideraban que la virtud, como facultad activa, era el bien supremo.

La enseñanza fundamental del filósofo Epicteto es que si llevas una vida interior de virtud sabes que no puedes cambiar el mundo exterior, pero sí que puedes cambiar en la forma en que reaccionas ante él. No permites que el mundo afecte tu interior.

El Ser es el dueño y señor del universo

Jesús en Un Curso de Milagros nos dice algo tremendamente parecido si no igual pero amplia más la explicación de porque no podemos cambiar lo externo, nos dice que el Ser es el dueño y señor del universo (L-255) No podemos cambiar el mundo físico pero sí cambiar como lo vemos y amplia la explicación diciendo que el mundo no es nada en si solo la proyección de nuestro propio pensamiento, sin embargo, puesto que el mundo es la “imagen externa de nuestra condición interna” es decir el pensamiento que lo anima puede ser cambiado puesto que podemos decidir pensar de otra manera. Es entonces que somos los dueños y señores del universo, nadie más ostenta ese poder. Pretendemos que no sea así pues entregamos ese poder a otros, y parece que ellos pueden afectarnos, pero no es cierto pues si les dimos el poder es porque lo tenemos.

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