El curso de milagros fue esta etapa.
Continuamos con la vida y las circunstancias que rodearon a Kenneth Wapnick. Helen Suchcman y Bill Tetford le presentaron una copia mecanografiada de un «libro de desarrollo espiritual», lo que después sería Un curso de milagros. El artículo que precede a este y para que prevalezca una sensación de relato es: Vida de Kenneth Wapnick hasta que se encontró con el Curso.
La próxima etapa (AD-6)
Ken reconoció con gran certeza que Jesús era real y que estaba vivo en su interior y que siempre lo estaría, esa certeza nunca la perdió y supo en este feliz encuentro que empezaban una vida juntos preparándolo para la próxima etapa.
El curso de milagros fue esta etapa. Lo importante para Kenneth Wapnick fue comprender su significado y, aún más importante, aplicarlo a su vida personal y profesional. El curso proporciona una fusión única de psicología y espiritualidad, integra las comprensiones psicológicas ––en particular las del psicoanálisis—, con las verdades eternas de la espiritualidad. La manera de recordar a Dios es deshacer la culpa haciéndola consciente por medio del perdón, a los demás y a nosotros mismos. Cuando se sanan las relaciones, se sana la relación con Dios, en apariencia rota por el pecado que pensamos hemos cometido en contra del creador, por lo que tenemos la falsa percepción de habitar en cuerpos separados, aparte de todo y de Dios. El mensaje del curso es universal pero se presenta en un lenguaje cristiano y a Jesús, explícitamente manifiesto, como fuente y autor del contenido. Evidentemente, esto plantea problemas a muchos estudiantes. En este amplio grupo se incluyen no solo los judíos que han crecido en medio del antisemitismo cristiano, sino también a un numeroso grupo de personas para quienes Jesús se ha convertido en un potente símbolo de sacrificio y dolor, debido a la distorsión de su mensaje.
El modus operandi del Espíritu Santo corrige nuestros errores de la misma forma en que estos aparecen, por lo tanto el Curso se presenta con este lenguaje cristiano con el que los occidentales estamos familiarizados, puesto que el perdón solo puede sanar en la forma en la cual se expresa la misma falta de perdón. Cuando el Espíritu Santo se une a nosotros en el mundo de los errores, corrige suavemente las ilusiones y nos conduce más allá de ellas hacia la verdad.
La influencia del cristianismo ha predominado en la historia occidental y tiene influencia en los principales aspectos de la sociedad. No obstante, su legado para muchos es polémico, porque por una parte ha salvaguardado la memoria y el ejemplo de Jesús, preservando su evangelio de perdón y los beneficios de la religión a la humanidad con las distintas contribuciones culturales y éticas, pero por otra parte ha significado para algunos sacrificio, culpabilidad, persecución, asesinato y elitismo.
Jesús, como símbolo principal del cristianismo, ha sido distorsionado y convertido en estandarte de todos los aspectos negativos mencionados. Se puede ver que el desarrollo del cristianismo a lo largo de la historia, a pesar de creer en el mensaje de Jesús, con frecuencia ha ocasionado tragedias, en lugar de proporcionar consuelo y salvación al mundo. No se ha unido a la humanidad bajo el amparo de Dios creando paz y harmonía, sino que se ha dividido creando diferencias y conflicto. En cierto modo podríamos afirmar que una de las metas de Un curso de milagros es una especie de «corrección» de los errores de las enseñanzas cristianas tradicionales, que han distorsionado el mensaje de Dios para la humanidad, y también la necesidad de perdonarnos y restituir el amor en la conciencia. Sin embargo, se debe aclarar que la palabra «corrección» no es la más adecuada en este contexto, puesto que corregir algo implica que se modifican ciertas partes pero se mantiene el marco de referencia fundamental de lo que se está corrigiendo. Un curso de milagros, aunque en forma parece por la utilización de la terminología cristiana que trata de lo mismo que el cristianismo, por el contrario refuta directamente los fundamentos de la fe cristiana, como podremos comprobar con las cuatro diferencias básicas en la siguiente sección.
Félix Lascas