Paula Esparza Bofill, a través de sus palabras nos recuerda como fue que junto a su madre y su hermano visitaron por primera vez la India y esta nunca les abandonaría. Una inquietud que comenzó como ella misma apunta en el Instituto. En el año 1893 el sabio Vivekananda se dirigió a todos a través del Parlamento de las Religiones y todo cambió. Esa fecha histórica nunca se olvidaría. Otros siguieron sus pasos, desde Ravi Shankar, hasta B.K.S Iyengar, considerado el padre del Yoga moderno. Pero en “Mis días con Dios” nueva aportación de Grano de Mostaza, igual que los autores anteriores nos describe su autora a través de sus ciento setenta y ocho páginas cual ha sido su camino y lo que en el mismo se ha encontrado. Un camino en ocasiones lleno de obstáculos… Ahora lo importante es el “proceso” que se ha desarrollado y eso tanto a lectores como a autores parece ayudarnos. Tras varios viajes a La India y sentir en su mente la palabra incomprensión. Paula Esparza Bofill y así lo refleja en este texto se encontró con un Sabio… Con Bhagavan del linaje de Sri Ramakrishna encarnación divina que como la misma autora describe: “vivió a mediados del 1800 en Calcuta actual Kolkata. Sus enseñanzas nos han dejado un conocimiento técnico acerca de las encarnaciones, lo que nos ha facilitado el entender y explicar cómo funciona este poder espiritual que tiene en sus devotos” Y os dejamos con las palabras de Bhagavan que tras conocer a su maestro Swami Pavitranandaji discípulo de Swami Krishnananda lo importante a través de sus muchas enseñanzas es abrir una puerta al corazón de todos. “Todo lo que desees se te va a conceder. Pero vigila que es lo que deseas, porque te puede traer problemas. Cambia tu mente y todo a tu alrededor cambiará”
“Para llenarnos de Dios, antes nos hemos tenido que vaciarnos de todo lo falso, debemos de dejar de ver este mundo como real, como un lugar en el que se puede ser feliz. Nos tenemos que vaciar de toda esperanza, ni la familia, ni las riquezas, ni el poder puede darnos el amor que buscamos y darse cuenta de todo ello puede ser un auténtico infierno. Andamos solos, totalmente solos” (Bhagavan)
Articulo de Roberto Carlos Miras